A continuación un análisis de la realidad que le toca vivir al vino español, que se ve rezagado en comparación con otros productos agroalimentarios que se exportan.
Que el vino español necesita de la salida al exterior es casi de Perogrullo a estas alturas. No sólo resulta evidente con simplemente cruzar los datos de producción nacional y consumo interno; sino que es perentorio para generar un valor añadido que garantice la viabilidad del producto y de las personas que están detrás de su elaboración. Dicho esto, ¿es posible que el vino español se esté quedando atrás en el comercio exterior en relación con el resto del sector agroalimentario?
A tenor de las cifras recogidas en el informe de Cajamar “Análisis de las exportaciones agroalimentarias. Año 2023”, dirigido por el experto en en internacionalización, tendencias de consumo y sostenibilidad agroalimentaria, Jaime Palafox. Este estudio destaca que los datos de crecimiento de las exportaciones del vino español a 10 años, con un incremento medio del 1%, están muy por debajo, no sólo de la media del sector agroalimentario español (+6,6%), sino también de las exportaciones de vino de nuestros principales competidores.
De hecho, el sector vinícola, que suponía un 7% del total de las exportaciones agroalimentarias en 2013, ha descendido hasta un 4% en la actualidad.
El estudio explica que, según sus datos, las ventas de vino en valor en 2023 cayeron en todos los países europeos, siendo el descenso en el caso español de un 3%, similar al de Italia y Alemania y algo inferior al de Francia, líder europeo, que cayó un 5%. El precio medio, se situó 1,39 euros/litro, frente a los 9,04 euros/litro de Francia y los 3,56 euros/litro de Italia. Situación que el informe califica como de “sonrojante”.
La evolución de los principales mercados de destino y la comparativa de las exportaciones con otro productor relevante como es Italia muestran no solo que España está por debajo de Italia en las exportaciones de vino a los principales mercados, sino también que crece menos en prácticamente todos ellos.
Un año más, el estudio dirigido por Palafox alerta de que la “dualidad” del sector vinícola español, “donde conviven las grandes producciones que se exportan mayoritariamente a granel con las denominaciones de origen de prestigio internacional, perjudica la imagen exterior de los vinos españoles”.
El motivo es que, según este especialista, en los mercados internacionales, se asocia al producto español con “productos de poco valor añadido; o si se prefiere de buena relación calidad-precio”.
“Pese a que desde el propio sector declaran ser conscientes de ello y pretenden cambiar el modelo, no parece que por el momento los resultados estén siendo exitosos, por lo que cabe una mayor reflexión interna para poder invertir la tendencia”, concluye.