Crecen exportaciones vitivinícolas argentinas
Un respiro después de 15 meses de caída en las exportaciones de vino, es lo que arrojaron los nuevos datos de comercio exterior difundidos por el INV.
El sector vitivinícola argentino celebra buenas noticias en mayo, ya que las exportaciones de vino han mostrado una tendencia positiva después de más de 15 meses de caídas consecutivas. La mejora en las condiciones macroeconómicas, la disminución de la inflación y ciertos cambios en el comportamiento global han sido factores clave para este repunte.
Incremento en las exportaciones
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en mayo las exportaciones de vino aumentaron un 6% en volumen respecto al mismo mes del año anterior. Este crecimiento se desglosa en un aumento del 3,3% en los vinos tintos y un impresionante 24,5% en los vinos blancos. Dentro de este aumento, los vinos fraccionados crecieron un 12,1%, aunque los vinos a granel experimentaron una disminución del 13,9%. Cabe destacar que en abril ya se habían observado señales positivas con un incremento del 32,1% en las exportaciones mensuales.
Aunque en el acumulado de enero a mayo las exportaciones totales de vino disminuyeron ligeramente un 0,4% en volumen comparado con el mismo período de 2023, los expertos del sector sugieren que hay indicios de que esta tendencia positiva podría mantenerse.
Expectativas para el segundo semestre
Los referentes del sector son optimistas respecto al segundo semestre, anticipando que las mejoras observadas en abril y mayo continuarán. La mejora en el tipo de cambio, la baja de la inflación y las políticas de estabilidad y apertura en Argentina han cambiado las perspectivas para mejor.
A nivel global, aunque el mercado sigue siendo incierto, hay señales de estabilización que permiten una normalización de las actividades comerciales.
Variaciones entre el mercado interno y el externo
Desde la Fundación Mediterránea, sugiere que, en las condiciones actuales, la exportación de vino es una estrategia más ventajosa que centrarse en el mercado interno. El poder adquisitivo de los consumidores argentinos ha disminuido significativamente, con una caída del 14% en los salarios privados ajustados por inflación y una caída aún mayor en los salarios públicos.
Señalan que aunque hubo una leve recuperación en abril, las ventas internas de vino siguen muy por debajo de los niveles de noviembre del año anterior, indicando una recuperación lenta. En contraste, el mercado externo presenta oportunidades más atractivas. A nivel global, las importaciones de vino se han mantenido estables, y aunque el consumo mundial está en declive, la estabilidad de los precios de exportación y la depreciación del dólar favorecen la exportación de vinos de mayor precio, aumentando el precio promedio de exportación.
Con estos factores en juego, el sector vitivinícola argentino mira hacia el futuro con un optimismo cauteloso, esperando que las tendencias positivas recientes se mantengan y fortalezcan en los próximos meses.