
Alerta por el vino y el mosto en disputa EE.UU.–UE
La US Wine Trade Alliance recomendó suspender los envíos de vino europeo a Estados Unidos ante la amenaza de aranceles del 200%. El sector vitivinícola teme un golpe económico severo.
La US Wine Trade Alliance (USWTA), entidad que representa a más de 6.000 minoristas y mayoristas estadounidenses, instó a detener temporalmente los envíos de vino, licores y cerveza desde la Unión Europea hacia Estados Unidos. La advertencia surge ante la posibilidad de que el gobierno estadounidense imponga aranceles del 200% sobre estas importaciones.
Según la organización, no hay garantía de que los productos ya en tránsito queden exentos si los aranceles finalmente se aplican. “No podemos asumir que la administración estadounidense vaya a cambiar su postura debido a este retraso. La posibilidad de que los aranceles del 200% entren en vigor sigue siendo real”, alertó Ben Aneff, presidente de la USWTA.
El conflicto comercial se enmarca en una serie de represalias cruzadas entre ambos bloques. Washington evalúa una medida como respuesta al arancel del 50% que la UE impuso al bourbon estadounidense, en represalia por los gravámenes del 25% que Estados Unidos aplicó al acero y al aluminio europeos. Para la USWTA, de concretarse estos nuevos aranceles, las importaciones de vino europeo quedarían fuera del mercado estadounidense de forma inmediata, con consecuencias “devastadoras” para importadores, distribuidores y consumidores.
Frente a esta escalada, la Comisión Europea (CE) anunció el pasado 20 de marzo un aplazamiento de dos semanas en la aplicación de sus primeras medidas de represalia. Ursula von der Leyen, presidenta de la CE, explicó que este retraso busca “ajustar el equilibrio de productos afectados y minimizar los daños económicos”, sin modificar el impacto previsto.
La estrategia europea prevé una respuesta en dos fases. La primera consiste en permitir que caduquen contramedidas impuestas en 2018 y 2020, que afectan exportaciones estadounidenses por 8.000 millones de euros. La segunda, programada para mediados de abril, contempla nuevos aranceles sobre bienes estadounidenses por un valor estimado en 18.000 millones de euros, condicionados al avance de las negociaciones con Washington.
Desde la USWTA anticipan que, tras la decisión de la UE de postergar sus medidas hasta el 13 de abril, la reacción estadounidense —incluidos los aranceles al vino europeo— también se retrasará, al menos, hasta el 14 de abril.
En Europa, el sector vitivinícola sigue con preocupación el curso de los acontecimientos. La Federación Española del Vino (FEV) reiteró su llamado a la Comisión Europea para que el vino quede fuera de cualquier represalia comercial. “No podemos ser moneda de cambio en una disputa que no nos corresponde”, afirmó José Luis Benítez, director general de la FEV.
Tanto en Europa como en Estados Unidos, productores y distribuidores coinciden en un pedido común: excluir al vino y al bourbon de las medidas de represalia para proteger una industria que genera empleo, inversión y valor en ambas regiones. “Los aranceles al vino son perjudiciales para Estados Unidos”, insistió Aneff.
Mientras algunas bodegas europeas intentan anticipar exportaciones para evitar una eventual suba arancelaria, la incertidumbre domina el escenario comercial. La decisión final se conocerá en las próximas semanas, en el marco de las negociaciones entre Bruselas y Washington, que intentan evitar un conflicto con impacto global en el mercado del vino.
FUENTE: WWW.SEVI.NET – REVISTA SEMANA VITIVINÍCOLA